La Receta del Amor en la Pareja
POR María Torres Moros
14/11/2020
LA RECETA DEL AMOR EN TU RELACIÓN DE PAREJA
La vida en pareja es como elaborar con amor una receta de cocina.
Necesitas conocer los ingredientes para elaborarla y saber la cantidad, y cómo mezclarlos para que obtengas un buen resultado, y puedas disfrutar de tu plato, en este caso de tu relación.
En la relación de pareja vas a necesitar 3 ingredientes principales:
- Pasión
- Amistad
- Ternura
Estos ingredientes tienes que ir agregándolos por orden, y en su justa medida, no te puedes olvidar de ninguno, ya que sin ellos tu relación puede quedar sosa o demasiado salada.
Tienes que ir mezclándolos con mucho amor, para que finalmente se integren los 3 a la perfección.
Elaboración:
En primer lugar, añade pasión.
La pasión en la etapa de enamoramiento es la que está a flor de piel. En esta etapa, piensas en tu pareja todo el día, y deseas estar con ella, acariciarla, abrazarla, fundirte en una sola carne. El deseo y la pasión se apoderan de ti. Se convierte la otra persona en una droga y tienes la necesidad de estar cerca, porque si no, te falta algo.
Idealizas al otro, crees que es perfecto en todo, tienes puestas unas gafas donde todo lo ves maravilloso, no te importan los defectos que tenga o que te puedan decir los demás de esa persona, pues tú no los ves.
Aquí la relación fluye sin problemas, la vida se convierte en un lugar maravilloso, donde puedes compartir tu amor con la otra persona sin que nada te frene.
Antepones a la otra persona, se convierte en prioridad, y quieres pasar el máximo tiempo posible con ella.
Pero solo con este ingrediente no es suficiente ya que nadie podría vivir este estado de euforia para siempre, porque enfermaría. Ningún corazón podría resistir las reacciones químicas de esta pasión.
Para evitar sufrir en esta etapa y no llevarte desilusiones, te recomiendo que antes de que caigas en fase de enamoramiento profundo, intentes ser lo más realista posible.
¿Cómo va a ser perfecto todo lo que ves en la otra persona? Nadie es perfecto, todos tenemos nuestras luces y nuestras sombras.
Intenta mantener tu ritmo de vida, aunque sientas esa pasión que te llama para acudir rápidamente a tu pareja.
Si quieres mantener ese deseo, es necesario, que te distraigas haciendo otras cosas que te gusten.
No cometas locuras, ni te anules, tú tenías una vida antes de conocer a esta persona y tienes que seguir viviendo tu vida, aunque ahora la integres como parte de ella.
Si esa persona te dice que te va a amar para toda la vida, pregúntale de qué amor habla. Pregúntale si cuando acabe esta fase de enamoramiento cegador, y se tope con la realidad va a aceptarte con tus defectos y tus virtudes, y va a ser tu compañero/a de viaje.
Si ves que no sabe qué contestar, sé realista, el amor solamente pasional no es amor.
Si solo quieres pasión puedes tenerla, pero con ese único ingrediente no podrás llevar a cabo una buena relación de pareja.
Entonces, es necesario que agregues el siguiente ingrediente.
- En segundo lugar, añade la amistad. El amor cariñoso.
Empiezas siendo amante, la pasión rige tu vida, y después, la pasión, aunque siga presente, va perdiendo fuerza y os convertís en compañeros de viaje, que se desean pero que son amigos también.
Tu pareja tiene que ser amante y también amigo.
¿Y si empezamos por amigos y después somos amantes?
Puede pasar que, entre buenos amigos, surja el deseo sexual y aparezca la pasión.
Pero siempre tiene que haber una mezcla de los dos ingredientes.
En esta fase, aparece la reciprocidad, el amor recíproco, el dar y recibir.
Tienes que ayudar a tu pareja y tu pareja también tiene que aportarte a ti. Si aparece un exceso de dar por una de las dos partes y no se recibe en esa medida, la relación se tambalea.
Te acepto a ti con tus defectos y virtudes y tú me aceptas a mí, y juntos crecemos con nuestra relación.
Nos deseamos, pero también nos entendemos.
Compartimos la vida, las tareas, solucionamos nuestros problemas, vamos en una misma dirección.
Para que haya amistad en la pareja, ya que nos hemos quitado la venda idealizando al otro, tenemos que fijarnos en lo que tenemos en común.
Para la pasión, no te fijas en los valores y principios del otro, como dicen, “polos opuestos se atraen”. Pero para dar un paso más en la relación, tenéis que compartir intereses, valores, principios.
Estar en una relación donde, por ejemplo, uno es de religión musulmana y otro ateo, perjudicaría bastante a la pareja. Y si tuvieran hijos estos crecerían con problemas porque si no cede ninguno de sus padres, ambos querrán educarle bajo sus creencias.
Con lo cual, la amistad en la pareja requiere que seáis semejantes, aunque no iguales. No podéis ser incompatibles.
Además, debe haber una proximidad, quieres pasar tiempo con tu pareja sin depender de ella.
Debéis confiar el uno en el otro si queréis que la relación perdure.
En una relación afectiva abres tu corazón y tu mente, te muestras tal y como eres, te entregas al otro teniendo la fe y la seguridad de que la otra persona no utilizará nada en tu contra.
Al igual que en la pasión, tampoco podría existir una relación donde el único ingrediente sea la amistad, el amor cariñoso.
En una relación tiene que existir el deseo y la amistad, pero además faltaría el último ingrediente.
- Por último, añádele ternura.
Es el amor desinteresado, la delicadeza, la ausencia de violencia.
Este amor da y se entrega sin más, pero la otra persona tiene que estar también dispuesta a entregarse.
El escritor Cesare Pavese decía: “Serás amado el día en que puedas mostrar tu debilidad sin que el otro la utilice para afirmar su fuerza”.
La buena relación implica dulzura, ponerte en los zapatos del otro, comprenderlo, y preguntarte o preguntar a tu pareja, ¿qué puedes hacer para que su vida sea más agradable?
Resultado final:
Una vez que hayas integrado los tres ingredientes, podrás disfrutar de una relación sana y exitosa.
No puedes olvidarte de ninguno.
¿Qué pasa si pusiste de un ingrediente más cantidad que de otro?
Los tres ingredientes a la vez y con la misma intensidad no podría dar como resultado un buen plato, debes utilizar la cantidad exacta de cada uno.
Pero que entre los tres hagan una buena combinación.
Cuando empiezas una relación, lo más probable es que el ingrediente que destaque sea la pasión.
Con el tiempo, si la relación ha sido buena, la estructura se invierte y el ingrediente principal será la ternura, le seguirá la amistad y la pasión.
Si hay más amistad que pasión y ternura, se podrá llevar a cabo la relación siempre que estén presentes los otros dos ingredientes.
Lo que no dará resultado es una relación basada en la amistad donde no haya pasión, y solo un poco de ternura. Aquí estaremos hablando de los amigos, y no parejas.
Va a depender de cada pareja y el gusto de cada uno, darle un toque más intenso de un ingrediente o de otro, siempre que no se olviden de combinar los tres.
Ahora solo tienes que cocinarlos con mucho amor.
Habrá veces que no salga a la perfección que quisieras, no te preocupes, ponle más intención y amor, y vuelve a empezar.
A vivir en pareja se aprende viviendo con ella, como a cocinar se aprende cocinando.
Se trata de que una vez que algo no te salga, aprendas del error para no volver a cometerlo cuando elabores tu plato la próxima vez.
Aprendes de tus errores, no de tus logros.
Y el éxito de la relación lo consigues aprendiendo de los anteriores fracasos.
Ahora disfruta de tu relación y sigue aprendiendo de las personas que te presente la vida.
Tienes que tener siempre en cuenta que toda relación de pareja pasa por unos ciclos. Al igual que en la vida nada es permanente, el amor de pareja también tiene esa característica de impermanencia. Pasa como las estaciones del año, te guste más el calor o el frío, tienes que pasarlas, y aprender a disfrutar el momento en cada una de ellas.
TE AMO